El siguiente escrito surgió en un turno de
36 horas en un Hospital en Bogotá, el cual es centro de referencia de la zona.
No cualquier zona, es una de las más violentas de la ciudad, a donde llegan los
casos más intensos y conmovedores. En medio del cansancio, la resonancia con el
dolor del otro, la injusticia del trato, la falta de compasión con la vivencia
ajena... a las 3am, después de salir de una cirugía en donde ocurrió todo lo
que nunca imaginé!
Este escrito tuvo lugar después de una
laparotomía (abrir el abdomen longitudinalmente de arriba hasta abajo en la
línea media del cuerpo) por una herida por arma de fuego, en una mujer de 27
años, madre de 2 niños, víctima de 2 impactos de bala, cuando abría la puerta
de su casa y sin esperarlo, estos objetos inanimados halados por un personaje
desconocido, encontraron lugar en el cuerpo de esta chica.
El cirujano de turno, de innegables
habilidades, pero con frialdad en el trato, generó en mi una sensación de
insensibilidad. Hoy entiendo que sólo actuaba en pro de la vida, perdiendo por
un momento su humanidad para aliviar el dolor del alma de la paciente, el cual
en mi concepto, es el mas difícil de solventar.
En los principios de la anestesia, uno de
los componentes es generar hipnosis farmacológica. Desde que comprendí esto, no
dejo de preguntarme ¿a dónde migra la esencia, mientras ocurre toda la cirugía?
Lo que escribo a continuación es
literal... sus tejidos, sus órganos, su Ser total en manos del equipo
quirúrgico y en este relato... mis manos y en general... ¡todos mis sentidos!
Es un diálogo interno con la paciente y con el cirujano.
A
la paciente…
"Y te vi por dentro, dentro donde
duele y abundas,
Donde la vida sale de ti,
Se mueve inerte sin importancia.
Mientras tanto,
Tú volabas en el fondo de tu inconsciente.
¿Dónde estabas?
Y yo frente a ti
Como un roble,
Como canal de luz,
De amor,
De bendición…
¿Qué hice yo para que llegaras a mi?
¿Qué atraje de ti, para tenerte aquí?
¿Cómo entender lo que pasa?
¿Cómo pretender que no dueles?
¿Cómo pensar que eres ajena a mí?
¿Cómo hacerles entender que vibras, que
vives y sientes como ellos?
Al
cirujano…
¿Dónde está su sensibilidad?
¿Dónde quedó su amor?
¿A dónde se esfumó la vocación con la que
empezaron?
¿Qué veneno tomaron?
Vendiendo su alma al ego,
Demonio cruel que arrebata el corazón de
los más nobles…
¿Cómo recuperar la inocencia,
La ternura,
La alegría que ya no vive en ti
Y no veo en tus ojos?
¿Qué te dolió con tanta tristeza cerrando tu
amor al mundo,
Dándole la espalda a tu propia alegría?
¿Cómo te intoxicaste de conocimiento?
Y ¿perdiste el tacto para conectar con
aquel que se te cruza en frente?
¿Dónde firmaste el contrato de lo
miserable y olvidaste este mundo para friables?
Pensaste acaso,
Que como todos, [los otros casos atendidos
de violencia]
Era producto de la imbecilidad humana,
Y ¿decidiste juzgarla como tal?
Y aquel que se te acerca, llora y sufre
por tu frialdad y desprecio,
Por tu irreverencia e insensatez.
¿Cómo toco tu alma de nuevo?
¿Cómo impregno de calidez tu corazón tu
corazón gélido,
Olvidado en algún lugar de ti,
Ocupando simplemente un espacio en tu
anatomía?
¿Pensaste que al crecer serías así?
¿Realmente cómo llegaste hasta aquí?
¿Pisoteando y acabando sueños? [Particularmente
del personal en formación a cargo del cirujano)
¿Cómo rompes sin piedad en aquel espacio
que no fue creado por ti? [Realizar la incisión quirúrgica]
¿Cómo esperar impactar en mi corazón
Si tu,
Ni siquiera tienes uno?
¿Acaso ellos [los cirujanos] perdieron su
corazón?
Y con él, la capacidad para verte como un
prójimo…"